Hermano

Había estado allí donde querías. Su mirada tenía todas las verdades, cuando tú solo preguntabas. A su lado, el tiempo era la ecuación de lo aprendido de su mano serenada. Si las emociones te invadieron, allá donde el lance malogrado, del finito esfuerzo adolescente, tú encontrabas su respuesta y fuera siempre esta la acertada. El héroe era tu hermano.
    Menguaron los años de su altura y doblaste la vida de hombre por entonces. Tu voz encontraba caracolas atentas a sus tonos; otros ojos resolvieron brillar en tu boca sus verdades; todas las vidas respondían de la vida en tu persona. Quien había anudado tu primera corbata ya no estaba contigo esa mañana. El que tanto te había dicho calló cuando lo hiciste su palabra. La historia os alejaba. Y en la hora escogida, tu hermano descubría equivocarse.
    Llegaron las jornadas miserables que el divorcio digería de rencores. Ellos, tropezaban historias repetidas. Ellos, alegraban las primarias pendencias. Tú, solo sufrías. Y, cuando en el quicio eterno dolía la evidencia, las edades volvieron de su viaje y pasaron a limpio lo vivido. En ellas asomaron los abrazos y retornaron los ciertos, para que tú tuvieras un hermano.

Hermano (Poemario Renglón de futuros) © Luis E. García-Riestra
© Fotografía de Arturo Joaquín

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